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Martes, 10 de marzo de 2015

La comisión mínima para el fondo personal sería de 250.000 dólares. Sigma «levantará» este año su cuarto fondo de arrendamiento operativo.

En 2015, Sigma Sociedad Administradora de Fondos de Inversión cumple una década de creación y quiere consolidar lo hecho hasta ahora para seguir creciendo en los próximos años. Aunque seguirá centrándose en los inversores institucionales, también está evaluando ofrecer productos para particulares con grandes patrimonios.

¿Cómo será este año para las inversiones de Sigma SAFI?
Dado que 2015 es un año preelectoral, todos vamos a ser un poco más cautos de lo habitual. El fondo de infraestructuras de capital privado de Sigma (con 250 millones de dólares comprometidos) progresa muy bien. Pero vemos muchos retrasos en la ejecución de grandes proyectos de infraestructuras. Los inversores más importantes quieren ver qué ocurre en el aspecto político y a nivel económico mundial; hay más incertidumbre que otros años y son cautos a la hora de entrar en proyectos a largo plazo en estos momentos.

¿Sigue viendo oportunidades de inversión en el sector de las infraestructuras?
Hay varios proyectos muy interesantes y queremos participar activamente en el desarrollo de las infraestructuras del país. Estamos considerando tres o cuatro cosas y vamos a gestionar esas inversiones con mucho cuidado este año.

¿Qué sectores le interesan?
Nos centramos en las infraestructuras. Nos interesa, por ejemplo, financiar la construcción de carreteras, obras, transporte y pesca.

¿Cómo le ha ido con su fondo de inversión en arrendamiento operativo?
El año pasado fue bastante bueno. Invertimos unos 100 millones de dólares al año. Desde su creación, hemos invertido entre 500 y 600 millones de dólares, y desinvertido la mitad, entre 250 y 300 millones.

¿Cuáles son las expectativas con este fondo de arrendamiento?
El arrendamiento operativo se ha convertido cada vez más en un producto de financiación estratégico para nuestros clientes, y se ha vuelto más interesante para las infraestructuras como vehículo de financiación. Queremos recaudar un nuevo fondo de arrendamiento este año, sería el cuarto.

¿De qué tamaño será este nuevo fondo?
El tamaño es confidencial. Pero el primer fondo de arrendamiento operativo gestiona un activo de 260 millones de dólares y vence en 2020, cumplirá nueve años y tiene un buen historial. Ha sido muy estable, sólida y con muy buenos rendimientos. El año pasado y el antepasado devolvieron, en neto, un 7% en dólares.

¿Qué otros planes está considerando Sigma SAFI?
Seguimos pensando en el mercado de inversores institucionales para crecer, pero queremos entrar con otros productos, quizá dirigiéndonos al mercado de personas con rentas altas para que inviertan en leasing o en otro tipo de fondos de inversión. Creemos que hay un espacio muy interesante para entrar en ese mercado. Hay personas con patrimonios elevados que buscan alternativas de inversión, dado que los tipos de interés son muy bajos.

¿Qué tipo de fondo está considerando para estas personas?
Tenemos tres alternativas viables que se encuentran en distintas fases de evaluación, pero debemos asegurarnos de que no nos distraigan del servicio a los inversores institucionales. Puede tratarse incluso de un fondo para particulares que más tarde se amplía y se convierte en institucional.

¿Cuál sería la comisión mínima para las personas que quieran invertir en estos fondos?
Queremos buscar gente con liquidez, que pueda introducir productos sofisticados; no queremos competir con los fondos de inversión. Un inversor en estos fondos debe tener al menos 250.000 o 500.000 dólares. Pero debo decir que siempre nos centraremos en los inversores institucionales.

¿Hay algún otro sector en el que le gustaría entrar?
Queremos invertir en educación. Hay oportunidades para invertir en capital de crecimiento de pequeñas empresas de ese sector. Hay espacio para los fondos de inversión porque existe una gran necesidad de financiación. Por ejemplo, para las universidades que quieran salir de Lima o mejorar sus infraestructuras.

Fuente: Diario Gestión – 10 de marzo de 2015